Todo era distinto en esa época, mi papa tratando de desenredar las luces corto punzantes del árbol, esas que causaban daño si uno las pisaba, por sus extrañas puntas, uno armando el pesebre donde las figuras de “acción”, eran mas grandes que las casas y que los árboles, el niño dios era mas grande que el buey y el burro y digo de acción por que en mi pesebre estaba batman, y algunos luchadores libres. Claro para salvar al niño dios de cualquier ataque de algun terrorista de medio oriente. En mis navidades se jugaban los aguinaldos, pero después de un tiempo saque una conclusión, que los aguinaldos fueron creados por una persona maniaco sexual, egoísta, al man le decían el TRES PIES, se hacia
Para esas fechas de diciembre ya casi todos estábamos en vacaciones, y desde que tengo uso de razón he visto la programación más “variada y divertida”, con toda la saga clásica de todos los canales “mi pobre angelito”
El día de navidad era momento justo para limar asperezas entre familia por eso, siempre alguien se encargaba de decirle a todos que la reunión era en mi casa, entonces llegaban todos mi tíos, sin saber que se iban a encontrar aquellos que han tenido una disputa eterna, y que después de unos tragos y a eso de las 11 PM terminan peleando, mi papa siempre quiso mostrar sus dotes de buen anfitrión y buen padre diciéndome que echara a volar un volador(valga la redundancia), uno de los tantos que tenia en un montoncito detrás de la puerta, me pasaba su cigarrillo babeado y tenia que hacerlo cuando llegaran las 12, mientras yo esperaba con ansias mi regalo, ese…por el que me había portado tan bien todo ese año, ese regalo que miraba entre los comerciales de cada programa, e imaginaba ser el niño que jugaba con ellos. A cada primo y hermano los iban llamando para entregarle su regalo, siempre tuve un primo al que le regalaban cuanto juguete se le antojaba entonces era mi turno…. CECILITO¡¡¡¡... voy corriendo con alegría a recoger mi regalo, quito el papel con desespero, y mi cara de entusiasmo se va tornando de angustia cuando al palpar mi regalo no se sentía nada solidó, y mas cuando termino de sacar el ultimo trozo de papel, saco de mi una cara de felicidad falsa sintiéndome, muerto por dentro al recibir, medias y calzoncillos, en mi cabeza suena esa canción “mamá donde están los juguetees, mamaaaaa” y la frase de mi mama al oído “es que al niño dios no le alcanzo para mas”
Ya después del “feliz navidaaaaaaaaaaaaaad¡¡¡¡”, y de un bailoteo continuo por mas de 5 horas, pasado por ajiaco, peleas, borrachos, vómitos y niños jugando entre las personas que están en la pista de baile improvisada, la sala de mi casa.
A pesar de todo recuerdo esas navidades con mucha nostalgia, por que eran navidades alegres, inspiradas en las navidades de televisión, muy agringadas por cierto, que ahora no tenemos mucho que envidiarles, por que en la televisión muestran ciudades de estados unidos tapadas con un bello manto blanco de nieve que tapa las entradas de sus casas, acá vemos nuestros bellos municipios con nuestra extensa hidrografía a la puerta de la casa, en la televisión se ven a los papas jugando con sus hijos a hacer muñecos de nieve, acá vemos a los papas y a los hijos buscando “muñecos” debajo de la tierra, en la televisión vemos a un gordito bonachón, vestido de rojo, dando regalos y entregando paz y alegría y no es precisamente nuestro querido hermano bolivariano, es papa Noel viajando en su trineo, con su enorme bolsa de regalos, acá, vemos a alguien que no precisamente viene del “polo” norte, pero viene desde ecuador con cariño, no viene en trineo pero viene en un avión, no trae juguetes pero trae 7 toneladas de ayudas para sus “hermanos” colombianos, eso si, tiene su sequito de enanos bolivianos desmoralizados que le lustran sus botas y le ponen su correa. Y no siendo más, esta, otra fecha y una excusa mas para beber desde muy temprano, estrenar ropa, endeudarse, comer uvas, y hacer promesas además de estos climas tan poco asoleados, les digo a todos feliz navegad y prospero año Evo… perdón, nuevo
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