martes, 24 de mayo de 2011

Alicore su miedo

Últimamente, el mundo es más peligroso que de costumbre, todo se ha intensificado al punto de no querer siquiera salir a la calle, ya sea por que se nos queme la jeta por demasiada exposición al sol, o por que simplemente nos podemos ver nadando en una inundación, pero esto no es nada a comparación de un atraco, Ramplón y yo hemos sido victimas de varias artimañas usadas por estos chorizos, saqueadores y hampones para sonsacarnos nuestros pocos y ni tan valiosos bienes.

Pero analizando estos desafortunados eventos, la mayoría de estos ocurren por descuidos, al momento de sacar nuestras fortunas en lugares poco apropiados. Un ejemplo y prueba de ello es que a mi compañero Ramplón por sacar su 1100 y prender su linterna para buscar una moneda de $500 que se le cayo al suelo en plena Caracas con 22 se le han acercado un par de travestis y lo han robado, gracias a dios el celular era originalmente de los travestis y los $500 era n falsos. Pero esto solo es parte del miedo que nos aqueja al momento de afrontar una situación complicada y de peligro, por eso gracias a una serie de estudios y encuestas realizadas a nuestras pocas, enfermas y deplorables neuronas tenemos la solución a estas situaciones, esta teoría a la que denominamos “el alcohol vence el miedo”, tiene como fin que usted lector, pueda andar por la calle, hablar por celular en lugares de alto riesgo, sacar la plata en el bus sin temor alguno.

Todos sabemos que el alcohol nos genera seguridad, crea amigos y también enemigos, pero el punto ahora es ver el alcohol como una forma de defensa personal, por eso daré mis tan afamados y eficaces tips:

  • Procure estar en un estado entre ebriedad y sobriedad, donde al menos pueda caminar sin tambalearse.
  • Jamás suelte la botella de su mano (la mano donde cargue la botella debe tener mayor agilidad, preferiblemente que sea con la mano que escribe).
  • La botella siempre debe tener un poco menos de la mitad de contenido para que en cualquier eventualidad el golpe sea contundente.
  • Si alguien sospechoso se le acerca, no oculte el trago, por el contrario si usted sabe dirigirse con respeto hacia otra persona, bríndele un trago, el sospechoso se sentirá parte de su entorno y lo hará participe también del licor que el sospechoso porte.
  • Si por algún motivo el sospechoso se torna violento, procure no correr, entienda que el licor no esta hecho para huir ni para correr, haga alarde de sus dotes de amiguero y bríndele un trago a alguien que pueda defenderlo.
  • Cuando se sienta rodeado por personas inescrupulosas, utilice su propio licor como señuelo, déjelo en una parte visible para aquellas personas y hágales entender de manera sutil que hay mucho licor en eso que usted esta dejando, ellos fijaran su total atención en el licor y no en usted.
  • Siendo esta la última opción y la menos recomendada ya que el sospechoso también puede reaccionar de la misma manera, le aconsejamos que utilice la botella como arma (bajo su responsabilidad).

He recibido varias notificaciones de personas que han seguido mis tips, creo que la mayoría están delicadas de salud, lo único que quiero con esto y con el resto de mis tips en anteriores entradas, es hacerles la vida mas llevadera a todos mis queridos lectores, como siempre lo digo, hagan sus comentarios, “estaremos al tanto de todo lo que nos digan” y no teman salir a la calle sin antes leer esta entrada.

CECILIO

sábado, 21 de mayo de 2011

Manipulación

Existe una herramienta sicológica que a los hombres se nos ha hecho imposible dominar, por el simple hecho de ser genéticamente machos. La manipulación sicológica: ese simple y a su vez complejo arte de manejar situaciones y voltear sucesos; consistente en que el ofendido, termine siendo el culpable y ellas, las victimas.



La mujer, en la praxis de su soberano derecho de liberación, ha sabido exactamente como sacar provecho de las ventajas y desventajas de la era en que vivimos. Es decir: Si bien sabemos que la igualdad de géneros es una rampante mentira, podemos inferir que hay cosas que se cumplen y otras tantas que no.


A veces, su delicadeza nos obliga –por mera caballerosidad– a ayudarle en quehaceres que impliquen algún esfuerzo físico. Otras circunstancias también nos lleva a pensar que son víctimas del avezado machismo del hogar; pero no. Ahora es mucho más común ver violencia de mujeres contra sus maridos. Pero ese, para variar, no es el caso que me atañe (aunque ya me paso).


Con base en una extraña cadena de sucesos, llego hoy a la conclusión de que llevo un misógino voluntarioso dentro de mí, tal vez y solo tal vez, porque aprendí a detectar las triquiñuelas mediante las cuales, las mujeres llegan a tan relevantes resultados. Una mujer acorralada es, en potencia, un arma de doble filo, capaz de reversar cualquier posible ataque en uso de la defensa propia, es decir: el hijueputa va a ser usted, sea lo que sea que haya sucedido.


Cuídese compañero lector, cuídese de utilizar la ofensa contra una mujer, porque la percepción generalizada del público va a hacerle ver como el grosero, gamín y embustero gaan que usted muy seguramente es. Y contrariamente a lo que usted pudo haber visto en las películas, la verdad nunca saldrá a flote. Usted será el abusador y malparido que le obligo a hacer cosas malas.


Cuente con que su única herramienta será la de correr, huir y callar.