jueves, 21 de julio de 2011

Estar jodido.

Me gusta amanecer pensando que tal vez, solo tal vez, ese sea el día en que por fin la tierra llegue a su fin. Y no es egoísmo, no lo es.  No es solo el hecho de haber visto caer mi vida por un barranco de desgracias interminables, mientras los demás gozan de las más pequeñas alegrías con júbilo; no lo es. Yo soy un tipo rencoroso, pero no envidioso. Es más, si estuviera muriéndome de hambre y usted, desocupado lector, estuviese tragándose una hamburguesa doble a mi lado, no soy capaz de mirarlo con envidia. Lo máximo que llegaría a decirle es que se le salió un pelo de rata por un lado; ó que yo me intoxique con una de esas hamburguesas la semana anterior.

Quiero dejar un punto muy marcado a raíz de esta elucubración tan cula con la que inicie este escrito: La desdicha mía no es la única en el planeta, ni la más grande, ni siquiera es la más triste; es solo una más dentro de este maizal —tierra pobre de mentecatos y ampones viciados a la sangre y la chabacanería—. Soy un desdichado más que destila por los poros un infame resentimiento que todos, léase bien, todos, llevamos en el corazón; pero que solemos esconder tras eufemismos baratos y “arengas de positivismos flojos”.

Afirmaciones como: “Tranquilo que esto se compone”, “por lo menos no le falta la salud”, “anímese que de peores situaciones lo he visto salir”, “eso no es nada comparado con lo que le sucedió a Mengano”; y así, puedo llenar estas zarrapastrosas paginas con frases de falso aliento que lo único que lograrían recordarnos es aquel perdedor pesimista que llevamos dentro.
Es cierto que debemos afrontar con verraquera y “garra” las vicisitudes a las que nos enfrentamos a diario. A lo que realmente quiero llegar es a dejar a un lado aquellas expresiones lastimeras que ocultan los debacles por los que la gente pasa.

En resumen, si está sufriendo, no lo oculte; no hay nada más incomodo que una persona que esta jodida, ocultando su derrota tras clichés de auto superación barata.
(PD: Estoy jodidisimo, no lo niego. ¿y?)