domingo, 26 de septiembre de 2010

La vida 2.0

¿Quien, en su sano juicio, libre uso de sus capacidades y, por demás, berraquera bien habida: no ha tenido una disputa con una empresa de servicios públicos? ¿Quien, por problemas de facturación, de continuidad del servicio o daños injustificados; no ha tenido que perder una tarde completa haciendo la oprobiosa labor de reclamar?


 Pues, intransigentes lectores, déjenme narrarles una ignominiosa situación, de la cual fui víctima y victimario, todo por efectos de mi recurrente terquedad y porque no decirlo: del incipiente alcohol.

Para comenzar, al igual que mi coequipero ayudante —sí, nos resolvimos darle categoría al asunto—, contrate los servicios de Telmex para acceder al mundo del Internet, la televisión y por fin, tener una línea telefónica fija, cuestiones de una arcaica costumbre.


Vinieron a mi casa un par de tipos chuchentos, mal presentados y con un airecillo de costeños que no podían con él. Miraron la fachada de la casa con un desdén que les resaltaba la soberbia, lo sobraditos y el poder que se sentían tener por sentirse dueños de un par de cables desgastados; esos mismos que podían mejorar mi vida de manera ostensible.


Después de recibirlos con un jugo de guayaba bien espeso y trasnochado, se dispusieron a trepar una cantidad de cables por entre cualquier rendija, ventana y hueco de la casa. Volvieron mierda todo, lo dejaron sucio y se largaron con el mismo afán con el que llegaron. Se les notaba a leguas que tenían una tomata pendiente ó alguna morena oriunda del valle de Tacurumbi pendiente por pelar.

Después del desastroso hecho, estuve inmerso en la vida 2.0. El porno, el gran aliciente por fin estaba a mi alcance: La guevera, gaterio, poringa, etc (…) Después de cansarme y de matar arrechera (también, claro está, la falta de mujer), conocí las redes sociales y me transforme en un geek aficionado.


Note que mi vida 1.0 estaba tan jodida como la 2.0, de manera que no quedaba más remedio que iniciar una nueva vida 2.0, donde no sobraba más que el remedo de lo que quería aparentar. Ahí nació el Ramplón que ahora soy, un simple remedio de la emancipación de mi propio ser, otro troll de banales sentimentalismos y, porque no, una copia de la copia, lo que ahora soy.


Todo iba muy bien hasta que la puta señal empezó a cesar, negándome los placeres del bueno porno finlandés, alemán y africano del que tan bien estaba acostumbrado a disfrutar. Siendo así la cosa, me remití a pagar por favores sexuales en el centro de mi pueblo urbanizado.


En fin. Sufrí del asedio de otras compañías encargadas de distribuir el servicio, hasta dar con una menos patrañera, después de un sinfín de batallas telefónicas, personales y un par de engaños y pesquisas demasiado largas para ser tratadas acá.


En conclusión, acepten con resignación lo poco o nada que les ofrezcan donde sea que estén, porque al final, ninguna empresa de mierda de este tipo les va a ofrecer nada distinto a la otra. Si quiere un aneurisma gratuito, hágale! De lo contrario, coma mierda. Como bien reza el dicho: “Es mejor mierda conocida que arequipe por conocer”…

3 comentarios:

  1. ¡Caray, cuántas veces he querido decirle eso a uno de esos operadores de mierda!

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  2. No entiendo qué sentido tiene el insulto gratuito a los costeños. Si de insultar a los de su región se tratara, bastaría con examinar la presentación tan grotesca de su blog: los colores insufribles, la temática fofa y melindrosa, y, sobre todo, ese ridículo título: una ingenua y bobalicona forma de hacerse el divertido. ¿No será que los técnicos miraron su casa con desprecio precisamente porque está decorada como esta página virtual? Da pereza leer su bazofia provinciana y regionalista. A propósito, la fotografía última... ¿Qué tiene que ver? ¿No se ha dado cuenta de que es de las marchas en Buenos Aires? Cuando salga de su parecela y vea el mundo, tal vez cambie esa aura pusilánime que lo imbuye. Y por favor, deje de hacerse publicidad barata firmando con su link en la bobada literaria. No se ridiculice más.

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  3. Apreciado señor Anónimo: agradezco de antemano su apreciación. Para alguien que presume de contar con el “expertise “requerido para una crítica de este talante, es todo un acto de humildad haber perdido tan valioso tiempo leyendo esta "diatriba regionalista" según usted. Solo me queda aclarar un par de cosas, que considero necesarias: 1.) Este si es un blog de porquería, el diseño no me tomo mas demedia hora, tome los colores y las letras más estridentes con la firme intención de causar sopor e indignación. 2.) El regionalismo, los chistes flojos y el escaso y soso vocabulario son intencionales. Si se da usted cuenta, soy consciente de todo esto y lo hago solo como ejercicio para guardar mis pensamientos más estúpidos. 3.) La intención de este sitio no está en ofender ni denigrar de unos ni otros. Todos los escritos traen un mensaje, y un buen lector captaría que las analogías de este tipo sirven solo como herramientas para dar a entender el mensaje de a manera de chistes baratos. 4.) La manera socarrona en la que hago publicidad en la bobada literaria es plenamente consciente. No me interesa si pseudo - escritores como usted se toman el trabajo de recalcarme lo que ya se. Estoy apenas aprendiendo a escribir, cosa que ya es de alabar teniendo en cuenta mi insufrible coeficiente intelectual.
    Por lo demás, muchas gracias por tomarse el soso trabajo de leer este tergiversado blog. Cosas como estas me hacen pensar que estoy haciendo el deber.

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