Desventurada coincidencia cósmica.

Efecto de la renuente ingestión de bebidas alcohólicas, en su mayoría cerveza –no sin una buena adición de aguardiente–, encontramos este fin de semana con mi compañero de causa (Cecilio) algunas buenas razones para seguir con este fallido espacio de mentiras, falsedades y una especie de humor bobo y fálico. Como nuestro combustible rindió lo suficiente, alcanzamos a acercarnos a nuestros pocos lectores y recibimos un par de consejos sobre cómo hacer peor lo que ya mal veníamos haciendo; hablar mal de la gente, de la nación y de nosotros mismos.

Como aun no hemos encontrado detractores –víctimas de la falta de lectores–, pues pensamos a hacernos a unos cuantos, solo por el gusto de lograr nuestro cometido. Ahora bien, ¿Cómo pensamos hacerlo?: Pues diseñamos una serie de estratagemas dirigidas a cumplir el cometido en un corto plazo. De no ser así, estaríamos fracasando en un nuevo campo en este plano virtual qué, esperamos, se propague como la fiebre del otrora mundial de futbol: Los enemigos virtuales.


Una de las ideas en el “brainstorm” etílico, hacía referencia a los aspectos más desagradables de nuestras vidas, haciéndolos participes de nuestras vivencias más viscerales y asquerosas (Se nos paso por la cabeza describir cuando nos salga un grano o nos pringuemos con alguna ETS). El hecho de poderle causar asco a un lector nos lleno el corazón de alegría.

Por otra parte pensamos en hablar sobre vivencias de la gente miserable que nos rodea –que por cierto es mucha, mucha, mucha–: Como en este país es habitual remarcar los aspectos más abyectos de nuestra realidad, sabemos que no tenemos mucho éxito haciéndolo pero, vamos a disfrutarlo, porque de esas tristezas ajenas producen gozo en el colombiano promedio.

Para no empalagar con nuestra retórica tan poco ortodoxa, les reiteramos las ganas que tenemos de que este lugar sea una distracción, un lugar para encontrar los pensamientos de gente del común: Corrompida e iracunda. Esta clase de gente que busca de manera desesperada expresar su inconformidad con todo y con todos.

Y es qué por desventuradas coincidencias cósmicas, no encontramos otra manera menos ampona de hacerlo.


Nota de Cecilio*: Todo esto no paso de una charla, obvio después de un sábado lleno de licor, pasado por desafortunados eventos, nos vimos encerrados ayer domingo en cuarto de 2 x 2 metros con un PS2 y $12.000 en papas fritas con gaseosa hablando de lo que será de nuestro espacio lleno de mentiras que llamamos “blog”, “pensando” como dice mi cofrade en como desvencijar al prójimo, a lo cual llegamos a una sola conclusión….. No hay conclusión la verdad nos llenamos de gandulería y desgana que todas esas ideas quedaron echas caca (imagen Nº 2), lo que si es muy cierto es que tenemos muchas ganas de joder (nos) al colombiano y estaremos ahí para mirar cada movimiento que nos parezca algo desaliñado para poder ponerlo en este… su espacio.


*Que quede claro que no se sabe quién es más mentiroso, patrañero y traicionero.