viernes, 23 de julio de 2010

¿Y luego dicen que por qué no se les quiere?


Algo tarde –y empujado por las múltiples peticiones de nuestros acosadores lectores– retomamos la escritura en este idiota espacio. Mi misión de hoy es: recordarles y hacerles revivir esos momentos tediosos que, a costa de los manifestantes, hemos todos vivido. Como supongo que la catajarria de lectores (ya sé que son pocos), de este humilde espacio pertenecen al populacho; y son de los que tienen que trabajar en cargos de tres pesos, vainas asistenciales, de oficina ó hasta de tienda. Así las cosas, somos parte de la mayoría del Colombianado trabajador y morrongo, ese que le toca rebuscarse en los bolsillos entre monedas y billetes de dos mil –arrugados–, para pagar el flete que nos cobra "Transmilenio".


Aparte de esta ya trajinada realidad, sufrimos el enlatamiento masivo en estos seudo-vehículos, que nos inmersa en el mar de lamentos, ese mismo al que no me quiero referir por ser un tema muy trillado. El objetivo de esta introducción tan chimborria era el de analizar el estupor que nos causa una de las manifestaciones más inhumanas en esta urbe: Las manifestaciones de minorías. Resulta ser, que por cuanta pendejada suceda, por hacerse escuchar, por hacer "bulla" mediática y a veces, solo por joder: Estos pocos habitantes de zonas representativas del país, nos joden a nosotros bloqueando las vías de estos destartalados vehículos.


Ahora bien: Sí estos negros Tulueños, del Valle de Tacurumbi, de Ciénaga o cualquier población Chocoana; ó Sí los Indios de la Sierra Nevada, del Amazonas ó Putumayo, quieren hacerse notar; pues les vamos a dar acá un par de tiernas indicaciones para no ganarse la negación y jartera que por este grupo étnico siente la mayoría de este populacho de "rolos", a saber:
  1. Nosotros, el pueblo desvencijado y maloliente que se transporta en buseta, colectivo, Trasmilenio, zorras y demás medios de transporte indecente, no le hemos hecho un culo y no le vamos a solucionar ni mierda. De manera que si protesta, hágalo en barrios ó vías donde viven los malandrines que gobiernan este país de ampones.
  2. Si deciden manifestar de manera violenta y empezar a saquear: Avisen con más tiempo. Nosotros estamos habidos por robar electrodomésticos y estamos necesitando una lavadorcita decente y unas sartenes.
  3. Si van a tomarse un ministerio, un centro de atención a desplazados/minorías/negritudes, etc.: Traten de hacerlo sin afectar vías como la Caracas, la séptima y la decima. Para ser francos, hemos llegado a ser tan insensibles en este país que poco ó nada nos interesan las vicisitudes por las que pasa su población, de manera que no leeremos sus afiches hechos en cartulina ni escucharemos sus arengas.
  4. Les iría mejor si llenaran sus marchas con comparsas y aguardiente. Sí lo piensan con detenimiento, nuestros homínidos gobernantes siempre aportan plata para celebraciones culturales de marras y demás demostraciones de cultura chibcha, que en su mayoría se componen de gente borracha en caballo y con machete al cinto.
Esta es pues, la humilde opinión de un gamín por convicción, que se rindió ante el gentilicio mas ramplón del planeta. (No subsidiaria de los dueños del tercer Canal)

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